domingo, 1 de mayo de 2011

Cuatrojos

La Camarera de la Heladería

es joven, bastante joven,
y los chicos hacen cola en el banco
a la espera de una mesa
mientras ella atiende a los clientes.

los chicos le hacen comentarios maliciosos y
atrevidos
en voz muy baja.

todos quieren
 acostarse con ella
o
al menos
que les preste atención.

oye los
comentarios entre susurros
le gusta mucho oírlos
pero dice,
una y otra vez:
-¡calla!, ¡ay, anda, calla!

el asunto sigue y
sigue:
los chicos continúan y
 ella continúa:
-¡ay, calla!
en una voz sin 
encanto ni melodía
en una voz sin calidez ni gracia
en una voz
 increíblemente 
fea:
-¡ay, cállate ya!

pero los chicos ansiosos
no son conscientes de su
tono de voz

y lo más probable es que
aquel que
por fin viva con esa voz
aún no este sentado allí.

su marido del 
futuro
acabará por comprender
la horrible realidad de
esa voz

y pensara:

ay, dios mío
ay, dios mío
ay, dios mío

¿qué he hecho?

¿es que 
nunca
va a

callarse?

Charles bukowski, ¡Adelante!


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Cuatrojos por Dionisio Leva Soldado se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported.

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